domingo, 10 de abril de 2005

Arrebato (Santiago de Compostela)

5-VIII-98

Mustio de armonía mi vida es un constante retorno al infierno mientras espero la eterna venida tardía de mi primavera y musito palabras que nadie escucha.
Me pregunto si todo esto merece la pena sólo por ver la cansina mirada de unos ojos que no me miran.

La lluvia apaga el sol y todo se viste de la noche plateada en la que siento el calor de la luna y leo los pensamientos de las estrellas. Mis ojos sólo ven como mis manos se deslizan por la hoja y le arranca palabras que nadie comprenderá. Entonces solo me queda esperar que bajes y vuelvas a despertar (sólo por un momento para no cansarme) mi dormido corazón. Entonces podré.

Aguardan olvidadas en mi memoria las palabras de aquel viejo poeta que nunca escribió nada. Pero mientras las cucarachas sigan mordiendo mis pensamientos serán las mentiras disfrazadas de verdades las que calmen mi dolor. Luego podré beber oscuridad y encontrar en mi interior la soledad y la alegría, el tumulto y la tristeza. El sentirse dormido y olvidado, ajeno, perdido.

Por La Ardilla Roja.

Arrebato en un Autobús.