Érase una vez una rata de pelo largo, de larga cola y corta de patas.De las de antaño, de las ratas de toda la vida, vamos, tú ya sabes quién te digo, ¿no?. Pues así era.
Era amiga de un boquerón, también de toda la vida, acuático y caballeroso. También sabes a que me refiero.Una noche el boquerón se disfrazó, no me acuerdo de qué, pero recuerdo que se disfrazó bastante bien.
Y aquella noche la rata se sumergió en el agua, con los pelos recogidos y las patas encharcadas, como era de esperar, por otra parte.
¿Y sabéis que pasó?....
Es que tampoco lo recuerdo del todo, pero me contaron que fue poco para lo que podía haber pasado. Algunos dicen que nos ceguemos, y me costó entender aquello, pero creo que realmente fue así.
Mañana ya no te diré lo mismo, pero es que hoy...tenía ganas de contarte lo que pasó, y me da rabia no acordarme.
Que malas son las resacas de verano. Je, de "verano" he dicho.
No estarás grabando esto, ¿verdad?.
Y ahora mírame a la cara, te lo digo ya en serio. Mírame y contesta:
¿Quién soy yo? ¿El boquerón o la rata?
Tómate tu tiempo, que aunque tenga estos bigotillos no es tan fácil acertar la respuesta...