sábado, 29 de marzo de 2008

Génesis

Buenas noches, mi nombre es Hruza. Y mal empiezo si es con media mentira,
porque Hruza es realmente mi apellido. Jonás, Jonás Hruza.

Sé que no contábais conmigo, que desordeno vuestros planes y vuestras
cábalas, pero al fin hice acto de presencia.

Mientras escribo este mensaje voy evaluando las posibilidades que tengo de presentarme ante todos vosotros. Podría contaros que nací en Hradec Králové, República Checa, cerca de la frontera con Polonia.

Contaros que llevo la mitad de mi vida huyendo de mi pasado y la otra mitad buscando mi futuro. Que no conocí a mis padres y que,probablemente, ellos tampoco me llegasen a conocer a mí.

Pero todo esto quizá sea tan innecesario contarlo...

Por mi trabajo he conocido a muchas personas a lo largo de estos años.

Dedico un promedio de 11 horas diarias a desarrollar mis funciones como controlador, atendiendo a unas dos personas cada hora y media. Esto supone unas 28 personas diferentes al día, más de 800 al mes, y unas 10400 al año. Y aquí vuelvo con una media mentira (apuntadme una entera), porque realmente hay personas que repiten y me rompen la estadística.

Digamos que al año me cruzo con una decena de miles de almas diferentes,y entre ellas se encuentra la persona que me ha traído hasta aquí.

Conocí a Skorzo una noche de hace 17 meses, y en este tiempo hemos coincidido en algunas ocasiones. Como ya he señalado no soy demasiado amigo de contar detalles de mi vida, pero soy un apasionado de mi trabajo. El secreto profesional es un concepto bastante laxo en este gremio, y como yo disfruto contando mis experiencias... En definitiva, que no ha sido demasiado dificil convencerme para que sea a través de vuestro blog como comparta con el resto del mundo mis experiencias.

Me tendré que acostumbrar a escoger mejor mis palabras mientras escribo, porque de nuevo he cometido cierta incorreción: Yo no pertenezco a ningun gremio. Si ni siquiera existe alguien haga algo parecido a lo que tengo que hacer yo...

Si existe algún lugar donde pueda contarlo sin duda es este: mantengo el equilibrio en vuestras pesadillas.

Controlo, administro, regulo vuestros desvaríos, vuestras pasiones y vuestros medios. Me sitúo en el tejido que separa vuestro sueño de mi realidad, os arrastro a mi terreno cuando me interesa y os mantengo allí hasta que considero que vuestro corazón se acerca a su límite, cuando las sístoles se confunden con la diástole. Es sólo entonces cuando os libero y permito que regreseis a la vida, que despertéis de vuestro sueño.

Soy esa persona a la que nunca veis la cara cuando los sueños se hacen oscuros, aquel que siempre aparece de la nada y se saca de la manga el cuatro de tréboles para que penseis "esto no pintaba nada en este sueño".

Pero vosotros no os dáis cuenta... Si me saco el cuatro o si os lanzo un as de picas es algo que no sabéis valorar. Es solo al despertar cuando analizando lo sucedido descubrís que aquello no ha tenido sentido, que ese giro argumental carecía de cualquier valor. "Vaya paranoia", os he escuchado decir.

Soy esa persona a la que nunca poneis nombre. "He soñado que estábamos con Anouk en el pantano, bueno, estaba ella y estabas tú, y alguien mas que ahora no recuerdo, pero eso es lo de menos".

Lo de menos...eso es lo de menos... y vosotros que sabéis... y que sabéis vosotros que hubiera pasado de no haber estado yo. Siempre he estado alli, y puedo deciros que siempre estaré.

Creo que ha sido suficiente por hoy, pues aquí donde me veis me ha costado casi dos horas redactar mi aparición.

Aunque quien sabe, quizá coincidamos tú y yo esta noche y podremos seguir charlando. Pero no levanteis los ojos para mirarme a la cara. Reconoced que nunca habéis sido capaces, y tened la suficiente serenidad para no hacerlo a partir de ahora. Y digo serenidad porque podría decir valentia,pero de poco os serviría ser valientes el día que realmente decida mostraros mi rostro.

pozdrav dle člen určitý čerň strana

Jonás Hruza

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Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Planes de futuro

Una idea me golpea en la cabeza. No entiende que no es el momento de entrar aún. Hay que esperar.

Esperar...

Nunca he sabido esperar...




...¿Me enseñas?...

domingo, 23 de marzo de 2008

Creía que no llegábamos...

Domingo de Resurrección a las 23:55 horas.

Casi con el tiempo agotado, pero lo he conseguido...

El 13 de febrero os avisé de que estábamos ensayando; no me hicísteis demasiado caso, pero la congregación prosiguió con sus labores, en la sombra, y al final hemos salido airosos: Hoy hemos salido en procesión, y lo hemos celebrado por todo lo alto.

Existen pruebas contundentes de nuestro éxito, y así os lo demuestro con este video de un aficionado y, por supuesto, ferviente devoto del Engaliao.

(que retumben esos altavoces....)


viernes, 21 de marzo de 2008

Reunión de engaliaos

Tras mucho tiempo, nos volvimos a reunir:

Los engaliaos en la puerta del Ruido

lunes, 17 de marzo de 2008

Yo lo ponía...

Cielo y Tierra pacharán...mas tus palabras no pacharán...

No Pacharán, No Pacharán


domingo, 16 de marzo de 2008

Un día en el pantano

¡Cuánto tarda en morirse! – comentaba Jorge mientras le daba ligeros toques con un palito al pez que acababan de pescar. En ese instante, del profundo lecho del pantano, se escuchó un ruido ensordecedor. Algo parecido a un brazo, viscoso y enorme, surgió entre las aguas y atrapó a Jorge mientras sus amigos observaban paralizados de terror.
¡Cuánto tarda en morirse! – comentó una de las viscosas criaturas mientras observaba al humano que acababan de pescar.

jueves, 13 de marzo de 2008

Tendría que reconocer que no llevo razón...

Vuelven Lori Meyers con Cronolánea, un nuevo disco más en la línea del "Viaje de Estudios".

Dentro de la promoción del disco grabaron un audiovisual para Indyrock/Evasión, incluyendo un par de temas del "Cronolánea" en acústico.

Me he permitido la licencia de extraer el primero de los temas, el cual también suena genial en la versión eléctrica original.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Otra de confesiones...

Comentario inocente de la Ardilla Roja a Skorzo, a las tres de la tarde un miércoles cualquiera...


"Hay abismos a los que es mejor no asomarse, pero tú has querido llegar hasta esta situación y no seré yo el que te lo impida"

lunes, 10 de marzo de 2008

Marzo

Tranquilidad...
Mi frente se apoya en la suya,
noto su respiración en mis labios.
¿Es ella?
¿Es ella la mujer del vestido rojo que un día soñé?



[Rescatado del olvido entre viejos papeles]

Línea 9

El olor a orín se acercó sigilosamente, sin definirse completamente, como una sutil niebla que presagia una catástrofe, se acercó como lo hacen las malas noticias, que casi nunca llegan de improviso sino que reptan y nos acechan esperando el momento propicio para asaltarnos. Introduje el bonobús en la maquina y mientras se oían los pitidos y clicks de su incoherente lenguaje busqué un sitio para sentarme. Encontré un hueco libre, me senté y saqué un libro de mi bandolera. Justo en el momento en que comenzaba a leer, el olor volvió, como un mal recuerdo. Delante de mi estaban sentados dos viejos a los que no había prestado ninguna atención (es asombrosa la capacidad del hombre para no ver aquello que no quiere ver). Al fijarme con detenimiento vi que los pantalones de uno de ellos, del más bajito, tenían una gran mancha que se extendía desde la entrepierna. Los pantalones estaban sucios así como el resto del atuendo del anciano. Su traje era una colección de despropósitos, rotos y remiendos tenian una continuidad pasmosa. A su lado, el otro viejo le hablaba sin parar, intentado distraerle, intentando que el viejo bajito olvidara lo que acababa de suceder. En sus ojos se leía la tristeza al ver a su amigo vencido por un enemigo cobarde e invisible. La gente que se acercaba se limitaba a poner cara de asco y alejarse. Algunos cuando estaban lo suficientemente lejos se reían, otros comenzaban a criticar al pobre anciano. Yo miraba la escena aterrado pues presentía que algo no iba a ser igual en el mundo, en mi mundo, después de aquello. El viejo, humillado por un esfínter gastado, clavaba su mirada en el sucio suelo del autobús. Su compadre se levantó y le ayudo a ponerse en pie, después le arregló un poco la corbata. El autobús se paró. El viejo bajito aun continuaba mirando el suelo. Las puertas se abrieron con violencia. Una gota de rabia se destiló en los ojos del viejo y cayó en mitad de aquel suelo pisado tantas veces. Tras la riada que salía del autobús empujándose los unos a los otros, observé como se marchaban los dos viejos. Se llevaron con ellos toda la dignidad que le quedaba a este mundo. La llevaban como un pesado fardo sobre sus chaquetas llenas de agujeros y sus pantalones sucios de orín.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Reflexiones en el Paraíso

Si Dios es tan poderoso, ¿podría hacer un burrito tan picante que ni él mismo pudiera comérselo?


Reflexión de uno de los grandes pensadores de nuestra época...