Destrucción/Creación

Hoy me he levantado con ganas de escupirle a alguien en la cara, o de orinar en sus heridas. De hacer daño, de humillar a otro ser humano reduciéndolo a una sombra, pero a su sombra real, no a la que otros ven que proyecta. A veces me siento como un corrupto arcano de la sabiduría que iniciaría un Apocalipsis de lo que conozco. Me dan ganas de romper a hachazos los malditos sellos y ver hacia donde nos conduce la destrucción. Porque todo acto de destrucción es al mismo tiempo un acto de creación. Pero aunque la idea es tentadora, la realidad es bastante jodida por sí misma, así que callaré una vez más. Hoy prefiero una rutina nauseabunda a un caos impredecible. ¿Soy un cobarde? Quizás, pero me importa cuatro mierdas.